/¿Jubilado sin saber que hacer?

¿Jubilado sin saber que hacer?

Hay veces que retirarse, abdicar o tomar una pausa son métodos de comenzar otra vez. La meditación tomó viada en la enfermedad pandémica: la pausa forzosa, la oficina remota, el desempleo y el trauma colectivo obligaron a repensar el espacio —físico y mental— que dedicamos a laborar. Hay conclusiones complicadas y asombrosos.

Jubilarse procede de júbilo. Se implica que el jubilado debería estar jubiloso. Empero luego de años de trabajo no es simple modificar hábitos. Hay quien está contento y hay quien no, pues la jubilación además trae inconvenientes y estrés.

La jubilación podría ser determinada como una transición que involucra el desamparo de un papel gremial y, por lo tanto, esto necesita la funcionalidad de reestructurar el sistema de funcionalidades y ocupaciones particulares.

Los profesionales aseguran que se debe entrenarse para la jubilación en 2 cosas, más que nada. La primera, para el día a día, pues hay más descanso y las interrelaciones cambian. Y la segunda, en lo económico, pues dejar de laborar causa un bajón de ingresos que se debe encarar con tiempo. Para bastantes, primero hay luna de miel con uno mismo; después llegan los inconvenientes.

Obviamente, la etapa de preparación para la jubilación tiene un sentido personal distinto en funcionalidad de la historia personal y de la centralidad de la actividad gremial desempeñada. Prácticamente por uno de dichos 3 puntos: interacción entre la jubilación y el trabajo, percepción de la voluntariedad de la votación y interacción entre la jubilación y la edad.

Las dudas contrastan con quienes descubren en su tarea un denominado más alto, un sentido del deber casi místico y un anhelo de sentirse importantes e insustituibles. Es un debate que inclusive los más vigorosos, esos cuyo triunfo e identidad está íntimamente ligado a su profesión, se han postulado.

A diciembre del 2020, el número de jubilados del Instituto Ecuatoriano de Estabilidad Social, IESS, perteneció a 447.824. Del total, el 91.3% correspondía a jubilados por vejez. Sin lugar a dudas, a diciembre de este año la cifra habrá crecido.

De acuerdo con la misma fuente, las pensiones promedio de todos los jubilados llegan a $655 al mes, por abajo de lo cual requiere un hogar de 4 miembros ( $712, 07) para cubrir los costos básicos de ingesta de alimentos, salud, entre otros. El costo incluye los décimos mensualizados.

La necesidad de respuestas políticas y sociales en oposición a lo cual varios llaman el «desafío demográfico”, debido al envejecimiento poblacional, ha llevado a una más grande atención hacia los estudios sobre la jubilación.

En especial, el punto de vista psicosocial ha supuesto, en especial a lo largo de los últimos 20 años, una fundamental contribución para la comprensión de las maneras en las que los individuos se combaten a la fase final de su carrera y su jubilación. La ayuda de los amigos disminuye la ansiedad frente a la anticipación de exclusión social. Por lo último, la ansiedad parece influir la edad en la que se quiere jubilarse.

Los sicólogos agregan: «se debe ir hacia el envejecimiento exitosamente o activo. En diversos espacios: manteniendo el ejercicio físico y con la ingesta de alimentos idónea»; sin embargo además «ejercitando la memoria, haciendo un trabajo con la mente, leyendo, estudiando y manteniendo la interacción social».

Lo aseverado trae a la mente el tiempo libre que se tomaron en la primavera de 1982, los suecos Bjorn, Agnetha, Anni-Frid y Benny, miembros del conjunto musical Abba, que se prolongó a lo largo de casi cuarenta años. Ahora el cuarteto lanza un nuevo disco de análisis y un show teatral.

No obstante, no van a ser ellos en carne y hueso, quienes bailen en el escenario a sus setenta y pico de años: han recurrido a la tecnología para recrear su aspecto de 1979 con sofisticados avatares o, más bien Abbatares.

Varias autoras de una breve pieza de Crítica que explora el término, se preguntan: ¿Y si lo más valiente que usted pudiera hacer en la vida fuera jubilarse?

Los requisitos para jubilarse entre los 61 y 63 años

Dichos son los requisitos que tienen que llevar a cabo los individuos con una edad de entre 61 y 63 años para la jubilación anticipada fijados por ley.

La edad de jubilación está fijada a los 65 años, aunque desde 2022 la edad para jubilarse y notar la pensión que corresponde va a ser a los 66 años. Igualmente, para notar la cuantía completa va a ser primordial haber cotizado 37 años a la Estabilidad Social.

No obstante, en nuestra región está legalizada la jubilación mínima anticipada derivada del cese voluntario de la actividad, que se puede hacer desde los 61 años hasta antecedente de la edad fijada por ley. Dichos son los requisitos que todos los trabajadores tienen que consumar para lograr jubilarse previo a la edad implantada.

¿Cuáles son los requisitos para la jubilación anticipada?

Para esas personas cuya edad está comprendida entre los 61 y los 63 años, tienen que consumar una secuencia de requisitos. El primero de ellos trata sobre la edad, que debería ser «inferior en 4 años, como más alto, a la edad requerida», tal y como especifica la Estabilidad Social en su web.

No es el exclusivo. Sin embargo, dichos trabajadores tienen que estar inscritos en las oficinas de trabajo como demandantes de trabajo en un plazo mínimo de 6 meses previo a la fecha precisa de jubilación. Además, tienen que acreditar un tiempo mínimo de cotización de 33 años. De dichos, 2 años tienen que estar entendidos en los últimos 15 anteriores al instante de la jubilación.

Finalmente, además se exige que el cese de la actividad se genere en un rato de reestructuración de la organización del trabajador.

Diferentes tipos de cuantía en función de los años cotizados

Si un trabajador desea notar la cuantía completa, va a ser primordial haber cotizado 37 años a la Estabilidad Social. En la situación de los trabajadores con jubilación parcial, la cuantía está establecido por los años cotizados y el coeficiente reductor que corresponde.

El cálculo de las pensiones, desde el año 2022, se realizarán con base al índice de Costos al Consumo (IPC) medio del ejercicio anterior, o sea, del IPC del 2021.