Diseñar los neumáticos del futuro ya no es sólo cuestión de nuevos compuestos o dibujos mejorados. Microchips, algoritmos y sensores se encargarán de que el día de mañana sueltes el volante de tu vehículo con total confianza. Así lo cree Goodyear, que presentó en el Salón del Automóvil de Ginebra su prototipo IntelliGrip, una cubierta que dará información a la primera generación de coches autónomos para que conduzcan como es debido, asi, formando una base para que los autos del futuro puedan deslizarse con facilidad.
Este prototipo dispone de una tecnología avanzada de sensores y servirá de apoyo a los sistemas de control de los vehículos autónomos. Como estos basarán su funcionamiento en datos que recibirán de otros vehículos, de peatones y de las infraestructuras, neumaticos continental como el IntelliGrip podrían tener un papel muy importante en ese intercambio de información, ya que estos elementos son el único contacto del automóvil con el suelo.
Así, el IntelliGrip percibirá buena parte de las condiciones de la carretera, como el estado del pavimento o la meteorología. Su tecnología de desgaste activa evaluará el estado de las cubiertas y del vehículo.
Para ello, Goodyear ha diseñado algoritmos especiales que tienen en cuenta variables como la presión de inflado y la temperatura del neumático, para dar una estimación más fiable del estado del neumático y optimizar así el sistema de control autónomo del vehículo.
Toda esta información se la comunicará el neumatico al ordenador central del vehículo, de tal manera que si la cubierta percibe que la superficie está mojada o deslizante, el coche autónomo corregirá su velocidad.
El vehículo autónomo también podrá usar los datos procedentes de la cubierta para reducir la distancia de frenado, mejorar su respuesta en las curvas, optimizar su estabilidad e incluso ayudar a los sistemas de prevención de colisiones.
