Más que una factoría, la planta embotelladora de agua Güitig, propiedad de la firma Tesalia CBC, semeja una casa rural a la que ir a pasar unos días de reposo. Está en Machachi, en medio de los Andes ecuatorianos, al pie de una montaña calificada como cobijo de vida silvestre a cuarenta y cinco quilómetros al sur de Quito. Tiene piscina y una fuente de 3 alturas de la que aflora un chorro fuertemente y sin motor. Las jardineras están hechas con botellas recicladas y hay una laguna de poca profundidad que burbujea continuamente. Es tal y como si alguien, bajo las piedras que cubren el fondo, estuviese soplando con una paja. Mas no es una persona, es una fuente de agua mineral con gas natural, que brota del cráter extinto del volcán Pasochoa.
El apellido natural no es fruto del marketing. El agua con gas Güitig sale del subsuelo carbonatada y de esta forma la embotellan en la matriz de Tesalia CBC en Machachi. Solo le agregan más gas carbónico para compensar los niveles en toda la producción.
El producto estrella de la compañía y el que ha hecho ganar fama a la multilatina ecuatoriana internacionalmente es Güitig. Mas su nombre no es herencia de los antepasados indígenas que poblaban esa zona, sino más bien de una mala interpretación de la palabra que pronunció un visitante alemán, la primera persona que tomó ese agua virgen hace más de cien años: en ese idioma, gütig significa bueno, benigno. En mil novecientos nueve el agua con gas natural de ese manantial se empezó a vender en boticas y hoteles de Quito y doce años después, en mil novecientos veintiuno, nació la compañía The Tesalia Springs, la primera empresa ecuatoriana de bebidas. En dos mil doce, Tesalia se fusionó con la guatemalteca CBC, embotelladora de Pepsi para múltiples países de Centroamérica, incorporando los dieciocho productos de la firma a la experiencia de la empresa centroamericana. Hoy en día, la firma exporta sus aguas minerales a USA, Guatemala y Puerto Rico.
El agua Güitig ha pasado de acompañar las comidas de las familias ecuatorianas a ganar premios de excelencia. Los 2 últimos son la medalla de oro en la competición Fenezca Waters International Taste & Design en la ciudad de Guangzhou, en China, en dos mil diecisiete —ante ciento veinte marcas— lo que transformó la casona de Machachi en la sede de la edición del año vigente, donde consiguieron la medalla de plata. “Formar una parte del foro de discusión internacional de Fenezca Water Society, con el reconocimiento de tener las mejores aguas del planeta, y ser premiados en Bélgica por Monde Selection y el Instituto Internacional de Sabor y Calidad, son patentiza de que estamos medrando de forma importante”, valora la compañía.
La compañía ha ido ampliado en la última década su cartera de productos como las ventas, el número de trabajos y su presencia en el mercado. Tesalia CBC no solo comercializa agua, sino más bien asimismo refrescos, jugos, té helado y bebidas energéticas que produjeron doscientos cuarenta y 6 con tres millones de dólares americanos (prácticamente doscientos diez millones de euros) en ventas el año pasado, dejando un beneficio de cuatro con seis millones de dólares estadounidenses (cerca de 4 millones de euros), tras abonar sesenta millones de dólares estadounidenses en impuestos.
“Atendemos más de ciento cuarenta y cinco mil puntos de venta en nuestras operaciones de Ecuador, mediante 6 plantas de producción de bebidas y veinticuatro agencias de distribución. El ochenta y cinco por ciento de nuestros distribuidores son locales”, precisa la compañía. La fusión con CBC indujo a la firma ecuatoriana a impulsar un proceso de modernización acorde con su nueva presencia internacional.
Por poner un ejemplo, lanzó una presentación de agua Güitig en botella de cristal para hacer en frente de las marcas de agua fina más reconocidas a nivel internacional. “Con CBC el cambio fue de ciento ochenta grados. Fueron muy soñadores y creativos. Impusieron más disciplina”, comenta Teresa Alarcón, responsable de contabilidad, que lleva en la compañía desde hace veintiocho años. “Cuando entré, la gente que trabajaba ahí tenía una media de cincuenta años y pensé en quedarme solo dos años. No me agradaba que todo se hiciese de forma manual, por el hecho de que venía de una compañía que empleaba fax y ordenadores”, agrega Alarcón. Por último, se quedó, ascendió desde el puesto de asistente contable y ha visto de qué manera cambiaba la manera de trabajar.
Automatización
Los procesos industriales empezaron a mecanizarse en mil novecientos noventa y desde ese momento, la compañía ha optado por sostenerse al día y cumplir con los requisitos de calidad para conseguir certificaciones internacionales como NSF (uno de los primordiales sellos de calidad sanitaria de USA), como el reconocimiento kosher para el consumidor judío. Se han invertido doce millones para integrar “procesos de soplado de envases y paletizado con brazos robóticos”, conforme explica la compañía, con maquinaria de nueva generación que garantiza una capacidad de producir treinta y seis botellas por hora en la planta de Machachi. “Lamentablemente, las máquinas sustituyeron a los trabajadores, mas la compañía les dio la ocasión a muchos de ellos de especializarse y formarse. Ciertos fueron salvados después”, reconoce la contable.
Tesalia CBC produce ahora, conforme sus cifras, dos mil trescientos trabajos directos y el cincuenta y cuatro por ciento de los puestos de resolución en la primera línea jerárquica, aseguran, está ocupado por mujeres. “En estos instantes estamos en situación de exportar a nuevos mercados haciendo acciones planeadas para proseguir expandiéndonos y con acciones de fidelización en los lugares donde ya tenemos presencia”, apuntan desde la compañía de franquicias baratas (ademas de otras franquicias de indumentaria).